La recaudación por regalías del sector hidrocarburos en Perú sufrió una caída relevante durante 2025. Según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), entre enero y noviembre las empresas aportaron 995 millones de dólares, una reducción del 8.8 % respecto al mismo periodo de 2024. La cifra confirma la desaceleración del sector y anticipa menores ingresos para el Estado.
El descenso se acentuó en noviembre, cuando el aporte totalizó 76.8 millones de dólares, muy por debajo de los 100 millones registrados un año antes. El gremio detalló que el gas natural fue el mayor contribuyente con 40.2 millones, seguido por los líquidos de gas natural (23.5 millones) y el petróleo crudo (13 millones). La combinación de precios internacionales volátiles y una menor producción local explica parte del retroceso.
Este comportamiento ocurre en un momento de redefinición del panorama energético global. El World Energy Outlook de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señala que la demanda mundial de combustibles fósiles seguirá aumentando hasta mediados de siglo, impulsada por el crecimiento de la inteligencia artificial, la proliferación de centros de datos y el mayor uso de sistemas de climatización. Todo ello en un escenario donde el planeta ya superó el umbral de 1.5°C de calentamiento.
La AIE advierte que, bajo las políticas actuales, el mundo podría alcanzar un incremento de 2.5°C hacia el año 2100. En respuesta, la agencia volvió a incorporar el Current Policies Scenario (CPS), que proyecta un máximo histórico de 113 millones de barriles diarios de petróleo y gas en 2050, desplazando el llamado “pico de consumo” hacia adelante. En este marco, el gas natural licuado se perfila como uno de los recursos más demandados en las próximas décadas.
El informe enfatiza que la geopolítica será un factor clave para la seguridad energética global. Las sanciones sobre Rusia, la concentración de minerales críticos en China y la política energética de Estados Unidos podrían modificar profundamente el equilibrio del suministro mundial. Para países productores como Perú, la combinación de menor recaudación y un mercado energético convulso plantea nuevos desafíos y la necesidad de una estrategia más sólida frente al futuro.
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