El Directorio de Petroperú designó a Gustavo Adolfo Villa Mora como nuevo gerente general mediante el Acuerdo N.º 142-2025-PP, aprobado el 5 de diciembre y comunicado como hecho de importancia a la SMV. Su nombramiento marca la salida de José Manuel Rodríguez Haya, quien ocupó el cargo de manera interina desde octubre. La elección de Villa Mora se dio tras una intensa pugna interna por el liderazgo de la estatal, que inicialmente evaluaba a otros candidatos como Arturo Rodríguez o Iván Montoya.
El proceso estuvo acompañado de observaciones de FONAFE sobre el perfil profesional del nuevo gerente, lo que requirió una calificación administrativa especial. Paralelamente, el directorio fue completado con la incorporación de Edilfredo More Bayona, mientras diversas empresas del sector expresaron en Palacio de Gobierno su preocupación por la situación operativa de Petroperú y el retraso en pagos a proveedores.
Villa Mora, hombre cercano a gestiones anteriores, llega con casi dos décadas de experiencia en hidrocarburos y recientemente se desempeñó como gerente de Operaciones Talara. Petroperú informó que su designación busca fortalecer la conducción estratégica de la compañía, aunque el movimiento ha generado inquietud por el presunto copamiento de gerencias y la influencia política en decisiones clave. Rodríguez Haya retornará a la estructura organizacional complementaria.
El nombramiento se produce en un contexto de presión financiera. Aunque Petroperú redujo sus pérdidas a 355 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2025 gracias a reestructuración de pasivos y control de costos, la compañía sigue afrontando menores ingresos por ventas internacionales y fluctuaciones del petróleo. La mejora operativa se refleja en un EBITDA cercano al equilibrio y un repunte en ventas internas impulsado por la Refinería Talara.
Sin embargo, la petrolera continúa acumulando deudas con proveedores, a quienes paga cada dos meses, y avanza en la búsqueda de socios para nuevos proyectos como el Lote 192. En medio de este panorama, la designación de Villa Mora representa un intento de estabilizar la gestión, aunque persisten dudas sobre la sostenibilidad de la recuperación financiera y la creciente politización de la empresa.