En el Perú, los feriados nacionales aumentaron de 12 en 2020 a 16 en 2024, una cifra que, según el Banco Central de Reserva (BCR), afecta directamente el crecimiento económico. Cada día no laborable reduce en 0.04 puntos porcentuales la tasa anual del PBI. Sin embargo, en lugar de reducir su impacto, la Comisión de Trabajo del Congreso aprobó una medida que solo cambia las fechas de celebración.
De esta manera, los feriados del 7 de junio, 23 de julio, 6 de agosto y 1 de noviembre ya no se aplicarán en sus fechas originales, sino el lunes siguiente. Por ejemplo, si la Batalla de Arica cae jueves, el descanso se trasladará al lunes 11. Lo mismo ocurrirá cuando las festividades coincidan con domingo, extendiendo el descanso al lunes posterior.
El dictamen señala además que toda propuesta de nuevo feriado deberá contar con una evaluación económica y social, así como la opinión técnica del BCR y del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el fin de medir su efecto en la productividad nacional.
Sobre el tema, el abogado laboralista Germán Lora expresó su desacuerdo con el enfoque del Congreso. “Se dice que mover los feriados a lunes ayuda a no cortar la semana, pero es patear un día a otro. Hay que revisar si hacen sentido estas festividades. Si tenemos el 23 de julio, Día de la Fuerza Aérea del Perú, quizá solo debería poder impactar en ellos”, señaló.