El precio del dólar inició la jornada de este viernes 19 de diciembre con una nueva caída en el mercado peruano. Según Bloomberg, el tipo de cambio abrió en S/3.3659, por debajo del cierre previo registrado por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que situó la divisa en S/3.3680. En el mercado paralelo, el dólar se cotiza en S/3.350 para la compra y S/3.370 para la venta, reflejando una tendencia descendente que se ha sostenido durante gran parte del año.
De acuerdo con la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), el tipo de cambio oficial para operaciones tributarias se ubica en S/3.363 para la compra y S/3.371 para la venta. Estos valores se actualizan diariamente y responden a la dinámica del mercado cambiario y a las referencias del BCRP, que ha mantenido una política monetaria orientada a la estabilidad.
La caída del dólar se produce en un contexto de recuperación económica tras la contracción sufrida en 2023. El control de la inflación y la mejora del consumo privado impulsaron el desempeño del país en 2024, lo que llevó al BCRP a elevar su proyección de crecimiento del PBI para 2025 de 3.1 % a 3.2 %. Asimismo, el ente emisor prevé que la inflación se mantenga en torno al 2%, dentro de su rango meta.
En la misma línea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacó que el crecimiento peruano estuvo sostenido por el consumo interno y proyectó un desempeño similar, aunque más moderado, para los próximos años. El organismo señaló que Perú podría captar entre 20 mil y 30 mil millones de dólares en inversión extranjera en 2025 si se aprueban reformas estructurales que fortalezcan la confianza y promuevan la inversión privada.
Pese a la crisis política y a las presiones externas derivadas de la inflación global y los conflictos internacionales, el sol peruano ha mostrado una notable resiliencia frente al dólar y el euro. Analistas destacan que esta fortaleza ha convertido a la moneda nacional en una suerte de “moneda refugio” en la región. Aunque las expectativas de apreciación se han moderado para 2025 y 2026, los sólidos fundamentos macroeconómicos continúan respaldando al sol en el mediano plazo.