Guillermo Enrique dio sus primeras declaraciones tras una semana marcada por rumores y tensiones en Alianza Lima. A su salida del complejo de Lurín, el jugador se refirió primero a la salida de Hernán Barcos, quien dejó el club luego de cinco años tras la decisión de la dirección deportiva de no renovarle el contrato. Enrique lamentó la partida del ‘Pirata’ y destacó su importancia para el plantel y la hinchada.
Consultado por la supuesta pelea con Paolo Guerrero durante un entrenamiento, el lateral fue tajante al negar cualquier tipo de enfrentamiento. Señaló que durante todo el año surgieron versiones falsas sobre conflictos internos y que nunca tuvo problemas ni con el ‘Depredador’ ni con el técnico Alejandro Restrepo, conocido como ‘Pipo’. “Salieron muchos versos de mi persona, en ningún momento tuve una pelea con Paolo”, remarcó.
El argentino también explicó que su escasa participación en el tramo final del Torneo Clausura no se debe a una lesión ni a problemas internos, sino a decisiones técnicas. Indicó que se encuentra entrenando a la par del grupo y preparado para jugar cuando el comando técnico lo considere. Además, aseguró que el plantel se mantiene unido y enfocado en pelear objetivos importantes.
Enrique reconoció que los rumores le han afectado personalmente, pues —dijo— “ensucian” su imagen como profesional. Afirmó haber entregado siempre el máximo por el club y expresó su deseo de revertir la situación. Añadió que, aunque algunos partidos no mostraron su mejor nivel, jamás ha querido perjudicar a Alianza Lima y seguirá trabajando mientras permanezca en el equipo.
Sobre su continuidad en 2026, indicó que aún no ha recibido información por parte de la dirigencia. Aunque diversas versiones lo colocan en la lista de jugadores que no seguirían la próxima temporada —junto a Barcos, Angelo Campos, Matías Succar y otros—, aseguró que está concentrado en los partidos de playoffs y en dejar a Alianza como Perú 2. Las decisiones finales se conocerían después de diciembre, cuando concluya la Liga 1 2025.