Escrito por: Annel Aguilar Zambrano
Este martes 27 de mayo, el papa León XIV recibió en audiencia a los jugadores y directivos del Club Deportivo de Fútbol del Nápoles, flamantes campeones de la Serie A, en la Sala Clementina del Vaticano. El pontífice expresó su alegría por el logro alcanzado por el equipo y recordó que la verdadera victoria no se mide por la actuación individual, sino por el esfuerzo colectivo. “El campeonato lo gana el equipo”, subrayó con firmeza.
El santo padre aprovechó el encuentro para reflexionar sobre el valor social del fútbol, señalando que este deporte, tan popular en Italia y en el mundo, trasciende lo técnico y deportivo. “Es el ejemplo de un equipo que trabaja unido, en el que los talentos de los individuos se ponen al servicio del conjunto”, afirmó, remarcando la importancia de construir comunidad a través del deporte.
León XIV también hizo énfasis en el aspecto educativo del fútbol y alertó sobre los riesgos que surgen cuando el deporte se convierte en puro negocio. “Cuando esto sucede, puede perder los valores que lo hacen educativo e incluso volverse deseducativo”, advirtió. En ese sentido, instó a padres y dirigentes deportivos a prestar atención a la calidad moral del deporte competitivo, especialmente en adolescentes, pues “está en juego el crecimiento humano de los jóvenes”.
En un gesto cercano y afectuoso, el papa compartió un saludo especial de parte de “una señora que me está haciendo la comida estos días y que es de Nápoles”. Se refería a la señora Rosa, ferviente hincha del club, a quien el pontífice mencionó con humor y cariño: “Quisiera estar aquí también ella, la señora Rosa, ¡muy simpatizante!”
Finalmente, León XIV cerró el encuentro con una bendición para los jugadores, sus familias y el club. Con una sonrisa, desmintió entre bromas los rumores de que sería hincha de la Roma: “¡No todo lo que leen en la prensa es verdad!”. Así, el papa dejó un mensaje claro sobre el verdadero espíritu del deporte: unidad, humildad y formación integral.