Renato Morales de Rivera pertenece a la más destacada generación de poetas arequipeños, al igual que sus contemporáneos nunca se preocupó en publicar su
numerosa obra poética.
Su nacimiento tuvo lugar el primer día de marzo de 1890 en la ciudad de Arequipa. Francisco Renato Augusto fue el nombre completo que le pusieron sus padres Hipólito Renato Morales y María Dolores de Rivera.
Sus primeros estudios los desarrolló en el Colegio Nacional de la Independencia Americana, muy joven descubrió su inclinación por las letras y la poesía.
En 1912 participó de unos juegos florales obteniendo la “Flor de oro” con su canto a Melgar titulado “Deprecación”. Tiempo después su célebre “Oda al Deán Valdivia” lo hace merecedor de la “Violeta de oro”.
Durante algunos años laboró en la Biblioteca Pública Municipal. Desde agosto de 1915 empezó a editar el semanario “Gil Blas”, alcanzando 19 números.
Lamentablemente similar a lo ocurrido con su gran amigo Percy Gibson; Morales de Rivera nunca tuvo interés en recopilar y publicar sus versos en libros, estos se encuentran dispersos en revistas y periódicos de su época como “La Bolsa”. Solo se conocen de dos libros que contienen sus poemas, “Cirrus”, publicado el año de 1909 con prólogo de Francisco Mostajo y “Sus versos” recopilación póstuma realizada por la Municipalidad Provincial de Arequipa y un comité presidido por Alberto Arispe, con motivo del IV Centenario de Fundación española de la ciudad.
Asimismo escribió un breve drama titulado “El alcanzar de la dicha”, llevado a escena exitosamente en nuestra ciudad. Fue colaborador de los diarios “Noticias” y “El Pueblo”. Junto a Percy Gibson, Cesar “Atahualpa” Rodríguez, Belisario Calle, entre otros bardos integró el grupo literario más importante que ha tenido Arequipa, el “Aquelarre”. Al preguntarles que era el “Aquelarre”, ellos se definían de la siguiente manera. “Somos 6 poetas y un aguafuertista. Siete hermanos en dolor y ensueño. Algunos dirían siete desgraciados…”. Este grupo de bohemios amigos entre diciembre de 1916 y enero de 1917 logró publicar cuatro ediciones de una pequeña revista llamada también “Aquelarre”, lamentablemente la falta de recursos económicos hizo fugaz la existencia de este proyecto.
Jorge Cornejo Polar realiza el siguiente análisis de la poesía de Renato Morales de Rivera: “La poesía de Morales muestra con claridad la existencia simultánea de diversas modalidades. Hay en primer término una línea amoroso – galante que va desde composiciones de circunstancias hasta poemas de exaltada sensualidad y agudo erotismo. Otro sector es el de la poesía cívica, conformado por laudatorias en tono mayor a figuras próceres de la historia patria… otra línea integrada casi exclusivamente por las composiciones del primer poemario, formaría la vertiente indigenista de la obra de Morales; desencantada visión del indio, sus problemas y la rudeza hostil de la naturaleza andina”.
Su incurable bohemia lo llevó a la muerte a muy temprana edad, víctima de cirrosis hepática, el 2 de diciembre de 1931.