En esta entrevista presentaremos al artista y gestor cultural Rodrigo Salvador quien es natural de Huancayo.
¿Tu formación en Pedagogía y Humanidades ha influido en tu trabajo como artista y gestor cultural? A través de la pedagogía me involucré con la enseñanza y formación de adolescentes, quienes a su vez me transmitían sus propias inquietudes las cuales podían resolverse mejor con el arte. La literatura y la música cumplieron para mí un rol fundamental de cuestionamiento o contemplación del mundo, procurando que mis alumnos también se involucren en este proceso. Tal vez ahí comenzó mi labor de gestor cultural pues, aunque ejercí poco tiempo mi carrera, me valió para poder realizar mis primeros eventos culturales.
¿Cuál es el proyecto o iniciativa que más te apasiona actualmente? Es bastante complicado escoger. Soy un hombre bastante inquieto, si no estoy escribiendo ando dibujando o haciendo esculturas de papel o componiendo música, un poco de todo. Procuro que todos mis proyectos no sean de un solo aliento, sino que sean parte de mi vida. Así podría decir que el proyecto más grande que tengo es mi grupo “Cofradía Artística En Blanco”, que gracias a la voluntad de los que lo integramos, chicos bastante talentosos y generosos, llevamos a cabo varios proyectos importantes en el ámbito del teatro, literatura, música y muralismo, en el valle del Mantaro.
¿Cómo ves el papel de la cultura y el arte en Huancayo? En estos últimos años ha habido un incremento en la actividad cultural. Huancayo en sí mismo es un espacio muy rico en manifestaciones culturales: danzas, música, tradiciones, mitos, leyendas, etc., hay mucho para beber, y actualmente han aparecido más grupos y personas, dispuestos a seguir trabajando para poner en alto nuestra cultura.
¿Qué te inspiró a crear el proyecto “Rostros Vivos”? “Rostros vivos” es un proyecto que nació para rendir homenaje en vida a personalidades de la cultura de nuestro valle. Este proyecto tiene tres flancos: el pintado de un mural en alguna calle concurrida de Huancayo, la elaboración de un libro biográfico y un documental. Comenzó por la amistad que nos une a varios amigos de la vieja guardia, como así les decimos cariñosamente, pero en el proceso nos dimos cuenta que por justicia debíamos alcanzar también otras personalidades importantes que todavía están con nosotros. Así, empezamos el 2021 y a la fecha son alrededor de treinta homenajes realizados.
Hablamos de tu última publicación El poemario “Amalu” es mi primera publicación. Anteriormente he editado y dirigido algunas revistas como “En Blanco”, “Tinkuy”, o los boletines organizados de literatura “Limashun”, en los que también compartí trabajos míos. Ahora, sobre “Amalu” podría decir que es un poemario que tiene muchos matices del carácter wanka, que rememora al amalu (o amaru), la serpiente alada, como un ordenador en este mundo, caótico por diversos flancos, que nos ha tocado vivir. Es un poemario que tiene mucho de mí como artista, además de los poemas también hay ilustraciones y canciones mías y el encuadernado artesanal está hecho con mis propias manos; en síntesis, “Amalu” soy yo, desde adentro hacia afuera.