Escribe: Víctor Hugo Mendoza
Fujimori será recordado por la historia porque lideró la mayor de las reformas económicas de la historia del Perú, que le permitió a nuestro país reinsertarse en el mundo económico y porque logró capturar al líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán derrotando así las acciones terroristas de ese grupo genocida y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Bajo su mandato, una Asamblea Constituyente en 1993 elaboró una nueva Constitución Política del Perú, que fue ratificada mediante Referéndum, y que gracias a su capítulo económico hoy gozamos de una estabilidad económica, con una moneda, el Sol, que es la más fuerte en Latinoamérica y con una inflación que durante 27 años se mantiene en un dígito.
Hasta el 1990 había acciones terroristas con asesinatos diarios, coches bomba y permanentes atentados terroristas en grandes ciudades y comunidades campesinas. Se registraba una brutal inflación y éramos no elegibles para el Fondo Monetario Internacional (FMI); sin inversión privada. Con Fujimori se logró remontar y cientos de empresas estatales fueron privatizadas y Perú abrió sus puertas a la globalización, permitiendo el arribo de capitales extranjeros logrando el desarrollo económico que hoy vivimos.
Recordemos por ejemplo que había que hacer colas para comprar leche, azúcar y otros víveres. También, se esperaba 10 a 15 años para tener una línea telefónica. Conseguir un empleo era difícil y se percibía pobreza en las ciudades y el campo.
Fujimori, modeló un programa social para atender a los pueblos más alejados y generalmente gustaba visitar cada rincón del país inaugurando obras o llevando ayuda.
En diciembre de 1996, se enfrentó a la crisis de los rehenes, que sería la última gran acción terrorista que vivió el Perú. El 17 de diciembre de 1996, 14 integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), liderados por Néstor Cerpa Cartolini tomaron como rehenes a 800 personas pertenecientes a la jerarquía política, social y económica peruana en la residencia del Embajador de Japón en Perú. Logró rescatar a los rehenes.
ACTOS DE CORRUPCIÓN. También será recordado por sus abundantes actos de corrupción, que se dieron en su segundo periodo de gobierno. Utilizó a las Fuerzas Armadas como su brazo político y de campaña para su tercera reelección en el 2000, donde hubo fraude electoral, torciendo la voluntad popular a su favor con apoyo de su asesor, Vladimiro Montesinos. Previamente en el congreso logró la ley denominada “auténtica interpretación” de la Constitución para su tercera elección.
Con la difusión del primer vladivideo, el 14 de setiembre del 2000, se comprobó que Fujimori y Vladimiro Montesinos compraron la voluntad de algunos congresistas, previo pago de 20 mil a 30 mil dólares, para que voten a favor de iniciativas legislativas emanadas de palacio de gobierno.
Fujimori en noviembre de ese año renunció por fax a la presidencia del Perú, que remitió al presidente del Congreso de la República. El pleno del Congreso rechazó la renuncia que por carecer de refrendación ministerial y era legalmente nula. Se declaró la vacante de la Presidencia de la República aduciendo “incapacidad moral permanente” y lo inhabilitó para ejercer cualquier cargo público por un periodo de 10 años.
El 6 de noviembre de 2005, Fujimori llegó a Santiago de Chile procedente de Tokio, a bordo de un vuelo privado, habiendo ingresado a este país con pasaporte peruano Al día siguiente fue detenido por orden de la Corte Suprema chilena, luego de un requerimiento de la Embajada de Perú en Chile. El 21 de septiembre de 2007 se acogió la solicitud de extradición de Fujimori y fue extraditado a Perú para ser juzgado.
El 7 de abril de 2009, fue condenado a veinticinco años de pena privativa de la libertad como “autor mediato de la comisión de los delitos de homicidio calificado, asesinato bajo la circunstancia agravante de alevosía en agravio de los estudiantes de La Cantuta y el caso Barrios Altos. Fue recluido en el penal del fundo Barbadillo.
El 24 de diciembre 2017 el presidente Pedro Pablo Kuczynski lo indultó. Meses después el Poder Judicial declaró nulo el indulto y volvió a prisión. En diciembre del 2023 el Tribunal Constitucional falló a favor del habeas corpus presentado por Fujimori, que le permitió salir de prisión hasta su deceso ocurrido el lunes por la tarde.