Escribe: Dante E. Zegarra López
Durante 115 años Arequipa no contó con su bandera ni el escudo de armas que le otorgaran los reyes de España, Don Carlos y Doña Juana, en Fuenzalida el 7 de octubre de 1541.
La razón de esta situación obedece a que estos símbolos de Arequipa fueron entregados a Simón Bolívar durante su visita a la ciudad, tras la batalla de Ayacucho, entre mayo y junio de 1825. Ahora ese blasón se encuentra en el Museo Nacional de Colombia, identificado como bandera española.
En 1939, en vísperas del cuarto centenario de la fundación de la ciudad, la Municipalidad Provincial de Arequipa decidió disponer la reconstrucción de la bandera y escudo de la ciudad. Para ello se tomó como referencia la descripción del escudo, que figuraba en un documento guardado en el Archivo General de Indias y que lo difundiera el sacerdote mercedario Víctor M. Barriga. No teniéndose un dibujo del Escudo, se hizo una interpretación de la transcripción del Privilegio de Armas. Y lo hicieron al estilo francés.
Este privilegio le fue concedido a Arequipa gracias a la gestión que realizó Alonso Ruiz, vecino fundador de Arequipa a nombre del Consejo, Justicia, regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de la ciudad.
Más adelante en este privilegio, el rey Carlos y su madre Doña Juana señalan: “...hacemos merced y queremos y mandamos que ahora y de aquí adelante la dicha ciudad de Arequipa haya y tenga por sus armas conocidas un escudo en lo bajo de este un río y sobre él un mogote del cual salgan unos humos a manera de volcán y a los lados del cerro mogote de una parte y de la otra estén unos árboles verdes y en la cima de ellos dos leones de oro el uno de la una parte y el otro de la otra todo ello en campo colorado y por orla ocho flores de lis de oro en campo azul y por timbre un yelmo y por divisa un grifo con una bandera en la manos en la cual estén escritas las letras del nombre de mí, el rey con sus trascoles y dependencias y follajes de azul y oro según que aquí van figuradas y pintadas...
En 1995, tras una conversación que sostuvimos, el doctor Gustavo Quintanilla Paulet y Dante E. Zegarra López, con el sacerdote e historiador jesuita Enrique Fernández, se informaron de la existencia de un original de tal Privilegio de Armas, existente en el Archivo Ducal de Alba.
El doctor Quintanilla Paulet que viajó a Europa y logró tener acceso al restringido Archivo Ducal de Alba y obtener copia, que a pesar del tiempo transcurrido mantenía con muy poca degradación los colores originales del Escudo de Arequipa.
Gracias a ese documento se conoce que la bandera que lleva el grifo es Carlos y que los colores de esta bandera tiene tres listas, siendo la superior y la inferior en gules, es decir en color rojo vivo, y la del centro que ocupa tres cuartos del ancho en sinople, es decir en color verde.
El doctor Quintanilla Paulet ubicó esta bandera en el Museo de Ejército en Madrid y que fue la que llevó la expedición victoriosa efectuada por el rey Carlos en junio de 1535 y que recuperó la influencia de España sobre Túnez que había sido tomada por el corsario otomano Barbarroja en agosto de 1534. El sultán de Túnez, Mulay Hassán, recurrió al rey Carlos de España para recuperar la ciudad.
El blasón de Arequipa no llegó a la ciudad hasta 1544. Previamente un año antes, el 28 de septiembre, Alonso Ruiz obtuvo una cédula real por la que se da exención de derechos de almojarifazgo a la bandera de Arequipa que llevaba por un lado las armas reales y por otra las concedidas a Arequipa.
La bandera de Arequipa reconstruida en 1939, durante medio siglo estuvo ubicada en el salón municipal, hasta que las dependencias de la Alcaldía fueron trasladadas al edificio de El Filtro. Con tal motivo, el blasón arequipeño se envió al museo Municipal. Al encontrarlo allí un joven historiador afirmó que se trataba de la bandera original que envió Alonso Ruiz en 1544.
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