La desobediencia de un oficial permitió que el Perú reafirme su independencia. Durante las celebraciones por el bicentenario de la Batalla de Junín, se conmemoró el coraje de José Andrés Razuri y los Húsares de Junín para triunfar en este enfrentamiento.
Aquel 6 de agosto de 1824, alrededor de 10 mil soldados patriotas acudieron a la Pampa de Junín para reafirmar la independencia. La milicia española superaba en número al Perú, pese a que se contaba con personal de otros países sudamericanos como Chile, Argentina, entre otros.
Según el historiador Rubén Pachari Romero, el ejército español -que era liderado por José de Canterac también contaba con mayor experiencia en batallas en comparación a los patriotas.
En determinado momento, Simón Bolívar -quien dirigía al ejército peruano- pidió la retirada de los soldados por la superioridad española. Sin embargo, José Andrés Rázuri y los húsares del Perú desobedecieron la orden y animaron al resto de soldados para continuar con la batalla. Una sabia y peligrosa decisión.
BATALLA SILENCIOSA. Pachari Romero comentó que la batalla de Junín es también recordada como la ‘Batalla silenciosa’. Esto se debe a que ninguno de los dos ejércitos utilizó armas de fuego. Por el contrario, solo se usaron espadas, lanzas, cuchillos, entre otras armas blancas.
Estas condiciones no se repitieron en la batalla de Ayacucho, donde sí usaron armas de fuego.
VALOR HISTÓRICO. Pachari Romero destacó que tras esta batalla, el ejército español tuvo una decaída moral y física. Dicho factor jugó en contra de los soldados ibéricos durante el enfrentamiento en Ayacucho que se dio en diciembre del mismo año. Esto permitió la consolidación de la independencia del Perú.
Además, el gobierno decidió cambiar la denominación de los húsares del Perú, nombrándolos como Húsares de Junín por la batalla.
Por esos motivos, el enfrentamiento es recordado por la población. De hecho, la Tercera División del Ejército desarrolló una serie de actividades protocolares ayer que incluyeron un desfile en la plaza de Armas.
CENTENARIO. Cabe señalar que, durante la época del centenario de la batalla, el gobierno del presidente Augusto B. Leguía ‘tiro la casa por la ventana’ con las actividades que se desarrollaron. Para conmemorar la batalla de Junín, se llevaron a cabo desfiles muy vistosos, banquetes en clubes exclusivos, entre otros. También llegaron visitantes de múltiples naciones.
Este año, los políticos no recordaron esta batalla importante con la relevancia que merece, incluso la presidenta Dina Boluarte no asistió a la ceremonia del 6 de agosto, pese a que ella pedía hacer una celebración respetuosa por todo lo alto.