Cusco. Cada localidad siempre tiene un distintivo que lo resalta de las demás. Es el caso de la provincia de Chumbivilcas que está llena de cultura, tradiciones y costumbres; sin embargo, cada día se están perdiendo por la inmigración.
El comunicador Henry Ugarte cuenta que nuevas personas vienen de otras provincias para radicar. “Ellos llegan con sus costumbres, las músicas que no representan a Chumbivilcas. La inmigración ocurre en todos los lugares y mi tierra no es ajena a ella”, sostiene Ugarte.
Una de las tradiciones que resaltaba a Chumbivilcas era la corrida de toros. “Hace años, los pobladores llevaban a sus toros. Ellos tenían su hacienda o caserío, en el campo. El torero tampoco era profesional, él tenía que respetar al animal, no llegaban a matarlo. Además todo era gratis. Ahora los toros son preparados y traídos de otros lugares especialmente para la corrida. Mientras que los toreros usan las puyas dañando y hasta matando al animal. Por su parte, el municipio organiza y cobra para tener más ingresos”, indica.
Ugarte cuenta que es lamentable que por el dinero se transforme una tradición que perduró por muchos años.
Con el pasar del tiempo las casas del lugar fueron mejorando. Antes eran techadas con paja, ichu y luego cambió por calamina. Ahora todo es concreto. Este cambio se llevó la tradición de la “Huasitechana”. Los pobladores cambiaban su techo de paja anualmente y realizaban una fiesta. Se invitaba a todos los pobladores, se cocinaba y contrataba a los artistas del pueblo.
Otra similar era el ‘Chakaisana’, que significa el trenzado de puente. Este legado fue dejado por los incas que construían las conexiones de cada pueblo.
“Con la corteza del árbol trenzaban anualmente y se hacía el puente. Igual se hacía una gran fiesta”, sostiene el comunicador.
La tierra hermosa de Chumbivilcas tiene mucho por visitar y amar. Aún existen personas como Henry Ugarte que buscan preservar la cultura del lugar donde nació.
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