Por: Monica Idme
Las protestas violentas de inicios de año en nuestro país y la pandemia de covid-19 continúan afectando seriamente la economía. Los turistas que antes veían con ojos iluminados nuestras tierras, hoy tienen temor a pisar nuestros suelos. Esta realidad le afecta a los guías oficiales de turismo y actual vicepresidenta de la Asociación Regional de Guías Oficiales de Turismo de Arequipa (Aregot), Ybeth Casas Ríos, quien afligida nos detalla que antes de la pandemia tenía contratos toda la semana, pero desde el 2022 solo 2 o 3 guiados. Asimismo nos comentó que algunos de sus colegas incursionaron en otros rubros como restaurantes, entre otros emprendimientos porque no hay turismo.
“Mostrar Arequipa es mi vida, yo me deprimo sino salgo”. Antes salía todos los días a hacer tour ahora dos a tres veces durante la semana y con la paga menor”, señaló.
Ibeth Casas es una mujer de 50 años, alegre, divertida, carismática y sobretodo un ser humano cálido. Ella comenzó siendo TC (Tour conductor), es decir se encargaba de acompañar en todo momento a un grupo de turistas, para apoyarles en el control de sus servicios. Luego estudió la carrera de guía de turismo en el Instituto Elmer Faucett, durante tres años, lugar donde obtuvo más técnicas de desenvolvimiento.
Ella recuerda que desde pequeña tuvo unión a la historia, puesto que su padre Julio Casas, un nato arequipeño, le introdujo a ella y a sus siete hermanos el amor por sus costumbres y tradiciones. Asimismo, su madre preparaba todas las comidas gastronómicas de Arequipa. Así que con el pasar de los años se dio cuenta que el turismo era para ella.
“Esta carrera se lleva en la sangre. Influye la familia para que amemos y transmitamos las costumbres de nuestro país”, expresó.
Lo gratificante para Ybeth Casas es recibir comentarios positivos de su labor, muchos de sus pasajeros la elogian comentándole que con ella se imaginan los sucesos históricos, además quieren ser como ella.
“Yo soy imperfecta, soy odiosa, espesa, exigente conmigo misma, y cuando me dicen eso me llena el alma”, comentó.
Asimismo, está orgullosa de lo que es y ha logrado como mujer, puesto que siendo madre de dos hijos se da el lujo de comprarse la ropa que guste y viajar al extranjero para seguir preparándose.
“La vida no me amilana, ni las enfermedades, ni la coyuntura social me va derrotar. Las mujeres somos fuertes y aguerridas, tenemos que agarrar fuerzas de donde no hay y como dice el dicho hacer de tripas corazón y continuar. Sacar adelante a nuestra familia, nuestros padres, nuestros hijos, nuestra vida. No hay tiempo para sentimientos negativos o deprimirse solo hay tiempo para triunfar”, nos cuenta.
Ahora realiza la ruta Choqolaqa bosque de piedras naturales en Tisco a más de 4800 metros sobre el nivel del mar.
“Hay algo para compensar, pero no es lo suficiente”, puntualizó.