Plinio Mogrovejo Luque, la primera voz del afamado trío “Los errantes de Chuquibamba”, nació el martes 9 de junio de 1925, en el distrito de Chuquibamba, provincia de Condesuyos. Por la década del 30 se conoció con Antonio Alarcón y Gilberto Cueva, cuando eran apenas unos traviesos niños.
En 1942, Plinio y Gilberto tomaron la acertada decisión de iniciarse en el mundo de la música, con la única ilusión de poder ganarse unos centavos; quién imaginaría que años más tarde, aquellos soñadores jóvenes serían parte de una de las agrupaciones musicales más reconocidas del folklore arequipeño y nacional, y que incluso su música traspasaría fronteras.
Sus primeras “presentaciones” fueron en la plaza de Chuquibamba y en los cerros Chucurca, el Potrero o Huachuspanca, adoraban la música y aprovechaban cualquier momento y circunstancia para darla a conocer.
En 1948 Gilberto Cueva viajó a Lima y poco tiempo después hizo lo mismo Plinio.
Gilberto Cueva ingresó a trabajar al diario “La Prensa”, posteriormente laboró como vendedor de discos en la disquera más importante de esos años, IEMPSA, fue en esta empresa que conoció a varios artistas peruanos e internacionales, además de muchos secretos del mundo de la música, y así en 1962 decidió grabar un disco junto a Plinio Mogrovejo, acompañados por un grupo musical que ejecutaban diferentes instrumentos musicales como mandolinas, charangos, quenas, a este conjunto lo denominó “Cumbres del Perú”.
Por temor a fracasar en su primer intento artístico, no querían dar a conocer sus verdaderos nombres, querían utilizar un seudónimo, entre las opciones estaban “Los gavilanes de Chuquibamba”, “Los cóndores de Huancané”, entre otros que no eran por completo de su agrado.
En aquel tiempo Gilberto Cueva desempeñaba el cargo de agente viajero en la empresa, y se le ocurrió la idea de llamarse “Los viajeros”, estando ya cerca de llegar a la mesa de partes para registrar el nombre, en un momento de iluminación se le vino a la mente el nombre “Los errantes” y es así como este nombre los llevó a la inmortalidad.
Gilberto Cueva Fernández y Plinio Mogrovejo grabaron 10 canciones: “Lagunita”, “Mar inmenso”, “Amor y veneno”, “Campanita boliviana”, “Al río pregunto”, “Pucuysito”, “Solo he salido”, “Triste desengaño”, “Mi desprecio” y “La semana”.
En octubre de 1962, Cueva recibió una llamada de su viejo amigo Antonio Alarcón Sierra, conocido como “Corvillo”, para felicitarlo y aconsejarle que sería más bonito hacer música con tres guitarras como se estila en Chuquibamba, a Cueva le agradó mucho la idea y le preguntó ¿Quién sería la primera guitarra?, él le respondió: “Yo”.
Después de algunos ensayos acudieron a la sala de grabaciones y grabaron ya como trío los temas: “Chuquibambinita” y “Flor de Zuriri”.
Todo fue alegría hasta los últimos días de diciembre de 1995, que Plinio y Gilberto retornaron de una gira que hicieron en la provincia de Pataz y se enteraron del penoso fallecimiento de su primera guitarra, Antonio Alarcón.
Los Errantes han llevado su música a casi todos los rincones de la patria: Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, La Libertad, Lima, Puno, Moquegua, entre otras ciudades han sido admirados testigos de su talento. Su música llegó incluso a Bolivia, Chile y Ecuador.
En una de sus primeras presentaciones, la gente empezó a preguntarles, ¿por qué vestían terno si cantaban huayno? A lo que ellos respondieron que en su natal Chuquibamba esa era la vestimenta usual; el público respondió: “Le han puesto terno al huayno”.
Su natal Chuquibamba ha sabido reconocerlos y les ha dado merecidos reconocimientos, pues una alameda, una urbanización, una losa deportiva (durante la alcaldía de Miguel Manchego Llerena), llevan el nombre “Los 3 Errantes”. Asimismo, en setiembre del 2018 se inauguró en la plaza de Chuquibamba un monumento a los tres Errantes: Gilberto, Plinio y Antonio.
Como mencionamos anteriormente a Antonio Alarcón se le decía “Corvillo”, a Gilberto Cueva, “Papita morada”; y según cuenta Cueva, a Plinio no se le conocía con ningún apodo en Chuquibamba, recién en Lima. Antonio Alarcón lo bautizó como “Plubio”, porque en una de sus numerosas reuniones estaba presente un señor de aspecto extranjero que no podía pronunciar de forma correcta Plinio y le decía “Plubio”, y poco a poco lo fueron llamando así.
A lo largo de su dilatada trayectoria artística, “Los Errantes de Chuquibamba” han grabado más de 300 canciones lo que les ha hecho merecedores de muchos reconocimientos.
Por motivos personales, don Plinio Mogrovejo decidió retirarse de la agrupación, ingresando en su lugar Leónidas Cervantes Soria.
Además de ser primera voz del afamado trío por mucho tiempo, don Plinio Mogrovejo al igual que sus compañeros, aportó con bellísimas composiciones a enriquecer más su repertorio musical: “Solo he salido”, “Los diablos se acabaron”, “Linda cotahuasina”, “Esquinita linda”, “Cholita linda”, “ Cubierto de luto”, “Melancolía” (yaraví), “Mis penas” (yaraví), “El maizal” (marinera), “Contemplando tu hermosura”, “Ave sin nido”, son algunas de sus creaciones musicales.
Plinio Mogrovejo Luque falleció en la ciudad de Lima el 13 de agosto del 2021, fue el último errante en emprender el viaje a la eternidad.
En la canción “Los tres errantes”, creación de Antonio Alarcón, al referirse a Plinio, escribió lo siguiente: “Plinio es el que más sonríe y hace la primera voz, algunos le dicen compadre, para nosotros es ‘Plubio’”.
En su libro “Mi vida errante”, Gilberto Cueva Fernández al hacer mención de Plinio Mogrovejo, manifiesta: “Hablar de Plinio Mogrovejo es hablar del paisano, del amigo, del compadre, del compañero leal, de la voz tan conocida y tan querida en el Perú identificada con las canciones de Los Errantes.