Escribe: María Coaguila Torres
Aprendió a caminar entre los criaderos de toros de pelea y ama a estos enormes mamíferos que permiten que Arequipa tenga una importante tradición. Se trata de don Daniel Álvarez Chávez que a sus 58 años nos cuenta que su afición la comparte con 800 criadores que juntos cuidan a más de 2000 toros, contribuyendo así a mantener viva esta importante herencia cultural.
Para Daniel Álvarez y sus compañeros de la Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados de Toros de Pelea de Arequipa (Acpatpa), criar un toro de pelea te exige tener una vocación especial y dar una inversión significativa, ya que este animal puede consumir entre 50 a 70 soles diarios en alimentos, dependiendo de su tamaño. A pesar de los costos, los criadores como él invierten su propio dinero con entusiasmo y dedicación.
Estos animales son criados con esmero y dedicación, siendo preparados como atletas de alta competencia durante dos o tres meses antes de la pelea, recibiendo vitaminas, calcio y una alimentación especializada para asegurar su mejor rendimiento.
Los taurinos están listos para pelear a partir de los 3 años y medio, siendo categorizados como medianos si pesan menos de 940 kilos y como pesados si pesan 940 kilos o más. A pesar de la intensidad de las peleas, los toros regresan con sus criadores al finalizar el combate y viven como mascotas hasta sus últimos días.
El reglamento de la Acpatpa establece que debe haber un mínimo de 12 y un máximo de 14 peleas por evento. Las sedes institucionales se encuentran en la urbanización Quinta Tristán V-2, al costado de la comisaría de José Luis Bustamante y Rivero y en Socabaya, en la urbanización El Pasto.
AFICIONADOS. Arequipa es el hogar de aproximadamente 10 000 aficionados a esta tradición. Aunque existen otras provincias con tradiciones similares, ninguna alcanza la magnitud y la legalidad de la tradición arequipeña.
"La tradición se mantiene porque vienen personas de otros lugares y ven por conveniente también criar toros", afirma Álvarez Chávez, subrayando la importancia de la actividad en la región.
A pesar de los desafíos económicos y las fluctuaciones en la crianza debido al aumento en el costo de medicamentos y vitaminas, la pasión por los Toros de Pelea sigue creciendo en Arequipa, fortaleciendo su identidad cultural y siendo un símbolo de orgullo para sus habitantes.