Crónica

La revolución de 1950

Del 12 al 15 de junio, Arequipa protagonizó una protesta contra abusos en el Colegio Independencia Americana, luego hubo masacre del gobierno

post-img
DIARIO VIRAL

DIARIO VIRAL
redaccion@diarioviral.pe

Cansados de la deficiente gestión del director Juan Zela Koort, el 12 de junio de 1950 los alumnos del Colegio Nacional de la Independencia Americana decidieron dar inicio a una protesta.

Al promediar las 8 de la mañana, cuando concluía la formación y los estudiantes se aprestaban a dirigirse a sus aulas, se escuchó unas fuertes  detonaciones;  en ese momento,  los alumnos rompieron filas y empezaron a gritar “huelga, huelga”. A pesar de las amenazas del director, el plantel fue tomado y la puerta principal fue amarrada con unos alambres. Ofuscado por estos sucesos, Zela Koort convocó de emergencia a una reunión de profesores para analizar el pliego de reclamos, pero no se llegó a ningún acuerdo. 

MARTES 13 DE JUNIO. A diferencia del día anterior, el 13 de junio estuvo lleno de episodios trágicos y violentos. El comité de huelga se reunió con el prefecto Daniel Meza Cuadra, quien mostrando una actitud desafiante, instó a los educandos a abandonar las instalaciones del colegio en un plazo de dos horas, caso contrario las Fuerzas Armadas los desalojarían a la fuerza.

 Esta advertencia, lejos de intimidar a los jóvenes alfeñiques, los envalentonó y decidieron permanecer en el colegio y preparar su   defensa. Cumplido el tiempo otorgado, las tropas intentaron ingresar al colegio, pero fueron recibidos por una lluvia de ladrillos. El Ejército   respondió y producto del enfrentamiento una bala cayó en el pecho del obrero Narciso Callata, a pesar de los esfuerzos de los alumnos por   salvarlo, murió casi instantáneamente. 

 Indignados por el cobarde ataque, los “independientes”  sacaron el cadáver de Callata en una escalera y a manera de cortejo lo llevaron por las   calles de la ciudad, similar acción realizaron con los heridos. La población al ver los abusos cometidos se enardecieron y al grito de “¡Asesinos!   ¡Asesinos!”, mostraron su rechazo. Algunos intrépidos jóvenes se subieron a la torre de la Catedral para tocar desesperadamente las campanas. 

A las 5 de la tarde llegaron a la plaza de Armas destacamentos de la policía montada con sus sables desenvainados, inmediatamente emprendieron una atroz persecución contra el pueblo. Al llegar a la calle Moral asesinaron al obrero Nicolás Chicata, destrozándole  el cráneo de un golpe. Dejando a un lado el miedo, la turba atacó el local de la Prefectura, provocando serios daños materiales.

Al caer la noche los cadáveres fueron velados en el Paraninfo de la Universidad San Agustín.

MIÉRCOLES 14 DE JUNIO. La ciudad amaneció muy convulsionada, los pobladores sacaron los adoquines de las pistas y levantaron barricadas en las principales vías. El prefecto solicitó al viejo caudillo Francisco Mostajo llamar a la tranquilidad. Al salir de la Prefectura, Mostajo acompañado del pueblo  se dirigió a la municipalidad, y se posesionaron de ella.

 Mientras tanto se vivía un completo caos en la ciudad, se produjeron muchos desmanes como el saqueo del Casino Militar, ubicado en la calle   Mercaderes. Frente a estos disturbios, Mostajo convocó a Luis Kaemena Weiss, comandante de la Compañía de Bomberos Arequipa Nro. 1, para   conformar una Guardia Urbana, cuya misión fue resguardar el orden público. 

 Queriendo poner fin al derramamiento de sangre, el tribuno Mostajo envió a 4 parlamentarios a dialogar con las fuerzas militares, los elegidos   fueron: Javier de Belaúnde Ruiz de Somocurcio, Arturo Villegas Romero, Amoldo Guillén Cárdenas  y Carlos Bellido Gutheridge. 

 Alrededor de las 20:15 horas salieron de la municipalidad portando una improvisada bandera blanca, pero los hombres del sanguinario comandante Genaro Cardeña dispararon sin piedad, matando a Villegas y a Bellido. De Belaúnde y Guillén lograron resguardarse detrás de un muro de mármol.

JUEVES 15 DE JUNIO. A las 2:30 de la mañana  arribó a la Municipalidad el comandante Cardeña manifestando que desde Lima le llegó la orden de apresar a Mostajo. Sin embargo, horas después, fue puesto en libertad gracias a las gestiones del Cuerpo Consular.

Los pocos puntos de resistencia fueron apaciguados, la ciudad fue tomada por los militares; los protagonistas de la revolución fueron perseguidos y enviados a prisión y los muertos recogidos en camiones y enterrados en lugares clandestinos

author-img_1

Diario Viral

Redacción

Somos una multiplataforma digital. Desde Arequipa, te ofrecemos las mejores noticias locales, nacionales e internacionales. Somos los creadores del primer diario digital gratuito de la Ciudad Blanca.

Articulos Relacionados