Escrita: María Coaguila Torres
Durante los últimos 18 años, Nereida Apaza Mamani, una destacada artista visual de Arequipa, ha estado inmersa en el mundo del arte, influenciada por el bordado que su madre realizaba y que aprendió a hacer. Sin embargo, también fue testigo de las restricciones y roles impuestos por la sociedad a las mujeres. Fue precisamente el 8 de marzo de 2023 cuando comenzó a reflexionar sobre cómo cambiar esta realidad.
Como cada 8 de marzo, miles de mujeres se congregan en la plaza de armas de la ciudad para alzar su voz y expresar las dificultades que enfrentan a diario. En una de esas manifestaciones, Nereida se unió al movimiento y al finalizar, cerca de las 20:30 horas, presenció cómo un grupo de mujeres se quedaba para llevar a cabo una vigilia, compartiendo sus testimonios.
“Para mí es muy doloroso escuchar a una madre y hermana decir el cómo han perdido a un ser querido” al final de cada relato las demás traban de consolarlas diciendo “No estás sola”, y es cierto hay momentos donde nos sentimos que no tenemos a quien recurrir cuando estamos inmersas en un círculo de violencia y no podemos salir de allí.
Por esta razón nació el proyecto “No estás sola” porque buscamos visibilizar lo que sucede en la sociedad, buscar espacios y abrirlos para que las mujeres podamos manifestar lo que estamos viviendo cotidianamente y lo que sentimos.
Decido llamarlo “No estás sola” ya que es la misma frase que usamos para consolar a las personas que sufrieron de estos abusos. Gracias a esto mi proyecto fue ganador de los premios AYNI, en la cual participaron 180 trabajos a nivel nacional, donde recibí 20 mil soles para poder ejecutarlo.
Los cual invertí en la realización de talleres de arte, en la que se brinda un espacio seguro donde los participantes pueden expresar sus vivencias y proponer soluciones. Por momentos, era difícil contener las lágrimas al escuchar sus testimonios, pero estábamos ahí para acompañarlas en su proceso de sanación.
Lo ejecutamos en el mercado Nueva Esperanza ubicado en la plataforma Andrés Avelino Cáceres, porque ahí el 80% de trabajadores son mujeres que desde las 2 de mañana hasta las 7 de la noche realizan sus labores para mantener a sus familias, para mostrarlo realizamos fotografías donde se demuestre este esfuerzo y lucha de cada una de ellas.
“El proyecto tiene como objetivo empoderarlas, que ellas mismas puedan reconocer la violencia y tomen medidas para defenderse, asumiendo una postura ya no pasiva sino activa de amor propio de cuidado, para superar situaciones adversas”
Además de los talleres de arte, se realizaron diversas actividades en el mercado Nueva Esperanza, como proyecciones de cine, donde se proyectaba cortometrajes y video clips producidos por artistas nacionales e internacionales que reflexionan sobre el tema de equidad de género, y la instalación de un "tendedero" donde las mujeres pudieron expresar de forma anónima sus experiencias con la violencia de género.
Esta actividad simula la acción de tender la ropa, una tarea que normalmente se asignó a las mujeres en el ámbito doméstico. Es por eso que se aprovecha este rol específico para fomentar la reflexión y el análisis crítico sobre diversas problemáticas que enfrentamos.
Debido a esto en el taller de bordado del mercado Nueva Esperanza, Norma Espinoza, con voz llena de entusiasmo, comparte su sentimiento: "Me siento plena, las mujeres podemos hacerlo todo. Me di cuentas que ya no estamos limitadas a la cocina. Me siento feliz y agradecida con todos”.
Inicialmente, el proyecto contaba con la participación de 60 mujeres, pero debido a restricciones de tiempo, se quedaron 45 de manera permanente. Estos talleres culminarán el 13 de mayo, dejando un impacto significativo en la comunidad.