El especialista en comunidades campesinas arequipeñas, Rolando Apaza Viveros, indicó que cerca de 4 de estos pueblos originarios fueron invadidos en el último año por pobladores con afán urbanizador quienes depredaron la actividad agrícola y ganadera de la zona. Entre las afectadas resaltan Chiguata, Polobaya, Pocsi y Pampas Viejas de Socabaya; lugares donde seudodirigientes ofertarían casas
granja.
Sostuvo que este mal social que atenta contra nuestra campiña, está siendo respaldado por entidades como la Sociedad Eléctrica del Sur Oeste (SEAL) quienes otorgan el servicio de luz y electricidad a estos invasores que abarcaron más de 1000 hectáreas de terreno.
Lamentó que pese a no tener las autorizaciones de las municipalidades para la posesión de las tierras o constancias, los timadores aprovechan para comercializar los espacios.
“Escuché que los ofertan como casas granja, pero como va a darse esto si estos lugares no tienen los servicios básicos, son terrenos rurales, pero entidades como Seal se prestan para colocar el servicio en algunos sitios. Eso nos deja conmocionados que por un ingreso económico extra hacen este tipo de tratos por ejemplo ya no queda campiña en Chiguata”, manifestó.
Señaló que en Arequipa se encuentran 107 comunidades campesinas, de las cuales cinco ya se convirtieron en terrenos de vivienda y urbanizados dejando de lado la agricultura. A esto se suma como actividad económica compartida la agricultura en más de 50 pueblos originarios y una misma cantidad en locaciones dedicadas a la crianza de alpacas.
“El mal detectado es que se ubican muy cerca a la ciudad, va a pasar los mismo que con Characato, donde dejó de ser una alternativa ecológica ambiental y se convirtió en una zona depredada por viviendas y pobladores.
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