El 2 de octubre del 2025, se aprobó la Ley n.° 32460, la cual abre la posibilidad de que el Impuesto General a las Ventas (IGV), sea considerado como crédito o incentivo en el mecanismo obras por impuestos (OxI). Este hecho se sumaría al Impuesto a la Renta (operativo) generando que las entidades públicas consigan hasta el doble de su techo de inversión.
El especialista en OxI y planificador de URBI Proyectos, Diego Ramos Rosas, informó que esta iniciativa está a la espera que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) publique un reglamento que precise la aplicación de los certificados de inversión (CIPRL). Modalidad traerá mayores partidas, pero también reducciones futuras de dinero.
“Muchos ven a este mecanismo como una forma de endeudarse a futuro, ya que esta inversión que realiza la empresa privada en una obra, se descuenta en los siguientes años del dinero que recibiría la entidad pública por concepto de canon minero. Yo lo veo diferente, es una forma de hacer obras sin usar el gasto corriente, es un crédito sin intereses”, mencionó.
Explicó que estos cambios políticos dentro del Ejecutivo, generaron mayores oportunidades para este mecanismo. El ingreso de Denisse Miralles Miralles al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), generó que el GORE Arequipa pase de tener un techo de inversión de S/1050 millones a S/1500 millones. Este beneficio no lo consiguieron las universidades.
ERRORES. Ramos Rosas explicó que hay 3 modalidades para hacer un proyecto por OxI, pero solo una está orientada a retrasos y burocracia. La primera es cuando se toma un expediente técnico ya elaborado por la entidad pública, la otra es cuando la empresa genera y/o toma el perfil con ficha de inversión y la última son estudios de preinversión.
“En el 30 % de expedientes que recibimos para hacer una obra por impuesto, vemos que están mal elaboradodos con deficiencias que no son subsanables. Los municipios nos mandan una ruta y luego encontramos problemas y conflictos, incluso hay estudios que lo hacen con IA, suelos que no son sus suelos”, explicó.
Explicó que la ventaja del OxI es que después de culminada la obra, la empresa privada tiene el control y garantía de hasta 7 años después para intervenir ante posibles fallas. Los que se puede hacer y ejecutar en 3 años mediante privados, el sector público lo hace en 8 años.