Los efectivos policiales con la subgerencia de desarrollo Económico Local y la Administración del Mercado San Camilo recibieron la denuncia de que en un puesto del centro de abastos se vendían lagartos y lagartijas.
En el puesto de hiervas es donde se encontró estos animales, cuya venta es prohibida, el dueño de los establecimiento fueron derivados a la comisaría a rendir su manifestación.
INSPECCIÓN. Por otro lado, la diligencia se realizó tras la inspección de control de peso y medidas en las balanzas.
Se determinó que los 30 comerciantes, a quienes se les intervino, cuentan con las balanzas correctamente calibradas, lo que garantiza la tranquilidad para los clientes, puesto que están recibiendo el peso y medida real en la compra de los diferentes productos.