La calistenia se consolida como una alternativa de entrenamiento que utiliza únicamente el peso corporal, promoviendo fuerza, resistencia y coordinación sin requerir equipamiento especial. De acuerdo con expertos de Harvard, puede practicarse en cualquier lugar y momento, lo que la hace ideal para todo tipo de personas.
Los especialistas resaltan que la calistenia abarca ejercicios clásicos como flexiones y abdominales, junto a variantes modernas como burpees, planchas y dominadas. Su principal fortaleza radica en la capacidad de adaptarse al nivel físico de cada individuo, regulando la intensidad y dificultad progresivamente.
Además de su accesibilidad, estudios citados por Harvard demuestran resultados comprobados: una rutina de ocho ejercicios para el tren inferior incrementó la fuerza y potencia muscular en un 15 % tras diez meses de práctica. También mejora la capacidad aeróbica y la flexibilidad general del cuerpo.
Los expertos recomiendan iniciar en un entorno seguro, con una superficie plana y libre de obstáculos, realizando calentamientos previos y evitando bloqueos articulares. Las sesiones deben limitarse a dos o tres por semana, dejando un día de descanso entre ellas para favorecer la recuperación muscular.
Una rutina inicial propuesta incluye elevaciones de rodilla, sentadillas parciales, flexiones apoyadas en rodillas, zancadas laterales y planchas con descenso. Con entre ocho y doce repeticiones por ejercicio, la calistenia se presenta como una herramienta segura y efectiva para alcanzar una vida activa y sin barreras.
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