Un debate científico encendió las alarmas tras las advertencias sobre los riesgos de crear ‘vida espejo’, organismos sintéticos cuyo ADN y proteínas serían la imagen inversa de toda la biología conocida.
John Glass, pionero en la creación de la primera célula con genoma artificial, explicó que este concepto se basa en invertir la homociralidad: en la naturaleza, el ADN siempre gira hacia la derecha y las proteínas hacia la izquierda. Alterar esa regla podría generar organismos imposibles de controlar.
Glass advirtió que, si llegaran a fabricarse moléculas espejo, estas formas de vida podrían volverse patógenas para los humanos, evadir al sistema inmunitario y confundir a los medicamentos.
“Si esto se logra y se abre la caja de Pandora, podrían plantearse riesgos extraordinarios”, señaló el especialista al Financial Times.
Entre los peligros descritos figuran infecciones mortales, ecosistemas colapsados y territorios inhabitables.
“Las áreas contaminadas podrían volverse irreversiblemente inhabitables, comprometiendo nuestra agricultura y el mundo natural”, agregó Glass. Aunque reconoció que podrían existir aplicaciones médicas prometedoras, como fármacos más duraderos, pidió normas estrictas que marquen la diferencia entre biología sintética segura y la peligrosa creación de vida espejo.
La preocupación escaló hasta el Instituto Pasteur de París, donde más de 150 científicos y expertos en ética discutieron los riesgos de esta tecnología.
Glass remarcó que aún estamos a tiempo de evitar la amenaza y exigió leyes internacionales: “La cuestión no es si somos capaces de prevenir esta amenaza, sino si actuaremos mientras aún podamos hacerlo”, concluyó.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
